Es difícil y no es para todos.

Desde mis inicios como radioaficionado he estado relacionado con varias instituciones como Radio Clubes o Círculos de Radioaficionados, incluso en un momento fui a una asamblea de Federachi en Puerto Varas por allá en el año 1989 representando a dos radioclubes de la quinta región. En todos estos casos he intentado cooperar lo más que he podido siempre con el ánimo de fomentar mi pasión que es la radioafición a los directivos de estas instituciones. Tal vez en algunos casos no lo he logrado, pero he puesto mi mejor empeño siempre.

Este post está relacionado con aquellos dirigentes electos que tienen las instituciones que nos agrupan, ya sean Círculos, RadioClubes, asociaciones o Federaciones, y debo honrar aquellos esfuerzos que hacen estos directivos en beneficio de todos sus miembros y de sus instituciones, intentando en momentos difíciles y en ocasiones intentando unir y prevalecer.

He visto sin gran asombro o sorpresa que en una misma ciudad pueden aparecer dos, tres y a veces hasta cuatro radioclubes para un puñado de radioaficionados, esto sucede normalmente porque los intereses no son cubiertos por el radioclub original y podría generar un desmarque de un grupo de socios creando su propia institución. Por otro lado, están aquellos que no están asociados y se reúnen con un objetivo radial crean un nuevo radioclub en su comuna. Los casos claramente son variados. ¿Cuántos de estos nuevos radioclubes creados por ocasión particular prevalecerán?¿Cuantos de los antiguos se mantendrán?

Mantener un club o institución de trayectoria es muy difícil, debido a que los intereses de todos sus socios podrían no estar cubiertos, y aquí está la primera habilidad de sus directivos. Mayor es el esfuerzo de aquellos nuevos radioclubes, que en ocasiones los caudillismos aparecen, dividen y pierden rápidamente el rumbo. Honrosas excepciones siempre existen, y aplaudo que se mantengan y prevalezcan. Nunca es fácil para todos, los radioaficionados somos bien especiales en las formas de relacionarnos a pesar de que estamos en la red social más antigua del mundo.

Antes de continuar con mi reflexión, es necesario llamar a los socios de cada club a recordar que se inscribieron en su Club para aportar y aprender, para generar esa espiral virtuosa que permite que esa institución a la que perteneces prevalezca y se haga grande. Recordar que convertirse en un socio bulto dentro del club lo único que trae es un espacio mal ocupado y difícil de mover.

Si estas en un Club, aporta, enseña y guía a los más nuevos, no sólo es responsabilidad de las directivas, también es responsabilidad de sus socios.

Nunca voy a entender aquellos socios que no participan, no van, no les interesa y siguen asociados a un Club haciendo bulto.

Los directivos de una institución relacionada con radioafición no sólo deberían tener amplia experiencia en nuestro hobby, además de ser practicante, sino también esa sed de experimentar que es la base de nuestra afición. Y no menos relevante, debería tener habilidades de esas llamadas blandas. De esas habilidades que permiten escuchar, unificar, convocar, respetar, se gana el respeto de los socios y por sobre todo motiva a los miembros de su club. Ser miembro de una directiva es un honor que le confiere los socios del Club, pero al mismo tiempo es la mayor de las responsabilidades que no debe ser tomado a la ligera.

En ocasiones, algunos de los directivos creen tener las habilidades planteadas en el párrafo anterior, sin embargo no siempre lo que uno cree se transforma en realidad, o peor aún, cuando el ego es tan grande que cree que “tiene dedos para el piano” y no se da cuenta que suena mal. Yo mismo, al escribir estas palabras sé que no soy dueño de la verdad y que podría no estar en lo correcto. Pero me doy cuenta de aquello. Otros ni siquiera lo saben.

Si mi piano suena mal o está desafinado, me lo hacen saber.

Estos directivos con grandes egos que “no suenan bien”, muchas veces espantan a grupos de socios de su Club, o peor aún, destruyen por incapacidad esa institución que tanto costó formar y mantener en el tiempo. Esos directivos al recibir la crítica de sus socios no son capaces de comprenderlas, asimilarlas y peor aún, creen que  son infundadas. Si el río suena, es porque piedras trae.

A mi mente se agolpan Radioclubes emblemáticos de todo el país que hoy se han disminuido en cantidad de socios y presencia, que han sido capturados por directivos que tal vez no están liderando. Es decir escuchando, unificando, convocando, respetando y motivando. Si no se sienten respetados, claramente no se lo han ganado y es momento de reflexionar si deben estar ahí, en la directiva del Club. Escuchen a sus socios. Y si hay más socios en la testera de la directiva que en la asamblea, es un buen indicio para reflexionar como institución.

Cuando se pertenece a un Radio Club o institución relacionada con la radio afición, uno debe cooperar y ser responsable con la institución, más aun si ha sido elegido por sus pares para llevar adelante a todos los que conforman el Club. También uno de be ser responsable de saber nuestras propias limitancias, por que podría ser que el piano no suene bien.

Debemos estar atentos cuando se da la peor de las situaciones, el famoso cuento de “En el país de los ciegos, el tuerto es el Rey”. Si tenemos un radio club lleno de ciegos, liderado por un tuerto, llegó el momento de reflexionar como institución de qué se está haciendo mal. En ocasiones es sólo comodidad de los socios y exceso de asados sin radioafición.

Hace pocas semanas, me tocó conocer muy de cerca el caso de un presidente electo en un proceso que no se ajustó a los estatutos. Proceso que debe ser replanteado por la directiva anterior. Porfiadamente, sin comprender los estatutos esta persona exigía ser nombrado presidente del Club y nombrar a dedo a su directorio, aún más, exigía respeto porque se había convertido en “autoridad comunal” por el hecho de ser electo en una asamblea por los socios.

Claramente este socio no comprendía los estatutos, no comprendía su rol y peor aún, exigía algo que se debe ganar, el respeto de sus pares. Y eso de auto percibirse “autoridad comunal”, no fue el peor de su mal entendimiento. El piano le suena mal y trató de hacer conciertos.

La mayor de las virtudes que deberían tener un directivo de una institución, además de sus socios, cualquiera sea esta, es conocer y hacer respetar los estatutos. Si los estatutos lo indican, debe ser así. La institucionalidad se mantiene en el tiempo cuando todos conocen y respetan los estatutos.

Todos tenemos nuestras habilidades y debemos ponerlas al servicio de nuestra institución, porque para eso nos inscribimos en nuestro Radio Club, ahora si no estás de acuerdo con las definiciones de tu directorio, desarrolla las actividades por cuenta propia sin alejarte del Club, suele suceder que finalmente las buenas ideas y buenos liderazgos son convocados por aquellos directivos hábiles que piensan en el futuro del Club y no en sus egos. Lo que nunca uno debe estar de acuerdo, es cuando se transgreden los estatutos, eso termina deteriorando la institución.

Recuerdo una serie de elecciones a mano alzada en un emblemático radioclub, que se desarrolló así por años, manteniendo a un grupo de directores de conveniencia y las gestiones en unos pocos, claramente uno no podría estar más en desacuerdo de aquello y situaciones como esas alejan a sus socios y la institución se ve mermada en cooperación y actividades. Cuidado con esas directivas que no le importa mucho las formas ni el fondo.

La invitación es que respetemos y hagamos respetar los estatutos con el fin de que estemos cómodos en nuestras asociaciones de radioaficionados. Estoy convencido de que todos sumamos si las cosas están claras.

Si te sumas a un Club de radioaficionado o cualquiera de las asociaciones que tenemos en nuestro reglamento, hazlo para cooperar y no para ser cliente de la institución. Si ya llevas mucho tiempo en la institución o incluso eres un fundador, tienes la mayor responsabilidad de todas, que es ser un referente en el Club, ser un guía para los nuevos y ser un aporte a la directiva si no estás en ella.

Aquellos radioaficionados que están en los cargos de directores de nuestras instituciones a mi parecer deberían ser practicantes del hobby en cualquiera de la gran cantidad de sabores que tiene nuestra afición, dar el ejemplo siempre es bueno. Y no se mal entienda, no digo que deben ser DXistas, Telegrafistas, Expertos en satélites o dar cátedra de radioafición, sólo digo que su presencia en las bandas de radioafición siempre ilustra y enaltece al Radio Club en el cual es miembro y es director, que por simple acto da ejemplo a sus socios. Lo que digo es que al menos estén en el día a día de nuestro hobby, para comprender qué sucede con la comunidad radial y las novedades de práctica de radioafición que podrían incorporar a su Club.

¿Cuál sería la crítica constructiva que tienes de tu Directiva? ¿Se harán autocrítica los directores de nuestro Radio Club? ¿Cuánta autocomplacencia tendrán nuestras instituciones creada por nuestros propios directores?

Humildemente me permito felicitar aquellas instituciones que prevalecen debido a la constante participación de sus socios, que por ende, sus directivos los convocan. Siempre podemos y debemos mejorar!. Honrosa mención para aquellas instituciones que pese que han pasado por momentos difíciles retoman el rumbo y la agenda en conjunto con sus socios aprendiendo de sus errores, creciendo y aportando a la radioafición.

Atentos aquellos que ven menguada su participación como Radio Club. Un autoanálisis como comunidad radial y como dirigentes nunca es malo.